
Proyecciones Hídricas para el Valle Tulancingo 2050
Por Nelly Téllez Islas
Fotografía: Brenda Estela García García y Freepik

Frente a la creciente problemática mundial relacionada con la demanda y la disponibilidad del agua, se vuelve indispensable tomar conciencia sobre la necesidad de gestionar este recurso de manera sostenible. Por esta razón, se vuelve indispensable el desarrollo de investigaciones que ofrezcan alternativas que permitan atender la escasez hídrica.
No obstante, es fundamental conocer el uso y la distribución de este recurso vital para políticas públicas encaminadas al desarrollo sostenible de la región. Por esta razón, Georgina Itandehui Avila Castañeda, alumna del sexto semestre del Doctorado en Ciencias Ambientales que se ofrece en el Instituto de Ciencia Básicas e Ingeniería (ICBI), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), realiza la investigación que se centra en el Nexo agua-alimentos en el Valle de Tulancingo.
“Con este trabajo deseo evaluar tanto la demanda como la disponibilidad de agua que hay en el Valle de Tulancingo con una proyección a 2050”, indicó la alumna Garza.

Georgina Itandewi Ávila Castañeda, alumna del sexto semestre del Doctorado en Ciencias Ambientales de la UAEH.
Disponibilidad y demanda hídrica al 2050
La zona de estudio comprende ocho municipios de la entidad: Acatlán, Acaxochitlán, Cuautepec de Hinojosa, Santiago Tulantepec, Tulancingo de Bravo, Metepec y Singuilucan, así como una pequeña porción al norte del municipio de Chignahuapan, en el estado de Puebla.
Con el fin de llevar a cabo un análisis más preciso sobre la disponibilidad y demanda del vital líquido que no se base en la delimitación política del territorio, se tomó la decisión de dividir este polígono en seis subcuencas para definir los retos específicos en cuanto a sostenibilidad hídrica.
Para realizar este balance del Valle de Tulancingo, se consideraron datos del año 2013. Posteriormente, con un software especializado se ingresó la información para que, mediante el desarrollo de un modelo matemático, se pudieran proyectar escenarios futuros hasta el año 2050.
De esta manera, como parte de los resultados preliminares, se advierte que la subcuenca Acatlán es la que más demanda agua subterránea, destinada mayormente a la producción de cultivos forrajeros. Pero se estima que en 2050 requerirá 143 hectómetros cúbicos, lo que equivaldrá al 33% de todo el suministro del valle. Mientras que la subcuenca San Lorenzo, que incluye parte de Tulancingo y Santiago Tulantepec, proyecta una demanda del 62% del agua superficial para uso industrial, principalmente textil.
Los sectores que más demandan agua en mayor porcentaje son el agrícola y el industrial
A través de la modelación realizada, se consideraron tanto los efectos del cambio climático, para prevenir inundaciones y sequías, como el crecimiento poblacional. Todo esto para identificar zonas con estrés hídrico, entender los patrones de uso del agua y, sobre todo, proponer medidas tanto de mitigación como de gestión eficiente para garantizar que todos los sectores tengan garantizado el acceso hídrico para ese año.

¿Cuáles son las proyecciones para el Valle de Tulancingo?
Se eligió estudiar esta región porque presenta diversas problemáticas, como contaminación del suelo y del agua debido al manejo inadecuado de residuos sólidos, vertimiento sin control de lactosuero por parte de la industria láctea, y uso de aguas residuales en algunas zonas para el riego. Pero el foco principal está en el acuífero del Valle, que actualmente se encuentra en sobreexplotación.
De acuerdo a estudios previos, el acuífero de Tulancingo tiene un déficit de casi 22 hm3, es decir, 22 millones de metros cúbicos anuales.
En términos generales, este polígono compuesto por los ocho municipios enfrenta una escasez de agua. Actualmente, no se cuenta con disponibilidad suficiente, y además, se han prohibido nuevas concesiones para la explotación de pozos. Ya que se reporta el déficit previamente mencionado, que equivale a 22 hm3.
De acuerdo con los resultados obtenidos hasta ahora en los análisis preliminares, si no se implementan medidas de mitigación para el cuidado del agua, se estima que para el año 2050 el déficit alcanzará más de 100 hectómetros cúbicos.

Para asegurar que haya un poco más de agua en los próximos años, se están planteando una serie de acciones concretas orientadas a mejorar la eficiencia en el uso del agua, como la sustitución de canales de riego rudimentarios por sistemas más eficientes; el otorgamiento de incentivos a las industrias que utilizan agua tratada; la promoción de prácticas de agricultura de conservación, como la rotación de cultivos, una mínima remoción del suelo o dejar rastrojo después de la cosecha para reducir la erosión; así como la implementación de campañas de reforestación y de cosecha de agua en zonas urbanas.
Si se implementan las medidas preventivas adecuadas, se estima que la región apenas podría alcanzar un equilibrio hídrico positivo de 0.5 hectómetros cúbicos a partir del año 2050. En resumen, la situación del agua en el Valle de Tulancingo es crítica y urge una gestión integral basada en evidencia, que permita garantizar su disponibilidad a largo plazo.