Innovación Tecnológica: Transformando la docencia

Actualmente, estamos transitando hacia una era en la que la tecnología podría considerarse indispensable, como una acompañante permanente que se inserta en todos los sectores sociales, incluyendo, por supuesto, la educación. La integración de nuevas tecnologías en las escuelas significó un avance en la innovación del modelo enseñanza-aprendizaje.

Sin embargo, la transición hacia un entorno de aprendizaje digital requiere que el personal docente se adapte, explore metodologías novedosas y fortalezca sus habilidades tecnológicas a fin de desarrollar competencias que ayuden a mejorar la calidad educativa y hacer que el entorno en las aulas sea más dinámico, personalizado e inclusivo.

En esta edición del mes de abril de Revista Gaceta UAEH, entrevistamos a Salvador Acosta Servín, egresado de la Maestría en Ciencias de la Educación ofertada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), para conocer la importancia de las competencias digitales en la educación, así como sus implicaciones dentro de la innovación de la práctica docente.

Salvador Acosta Servín, egresado Garza.

Evolución obligada

En un contexto digitalizado, las herramientas tecnológicas se han convertido en un apoyo cotidiano, aun así, y a pesar de los constantes avances, muchos docentes enfrentan dificultades para integrarlos en su metodología de enseñanza. De ahí la urgencia de fomentar la capacitación en medios tecnológicos para fortalecer modelos educativos adaptados a las necesidades actuales.

“La falta de conocimiento respecto a las distintas tecnologías limita su aprovechamiento en el aula. Además, genera resistencia e incertidumbre al momento de incorporarlas a los programas educativos. En otros casos, la edad, el temor al cambio o la idea de que se necesita cierto grado de especialización para usarlas afecta el desarrollo de competencias digitales en estudiantes y docentes”, agregó.

Sumado a ello, la pandemia aceleró la transición hacia las nuevas tecnologías en el ejercicio docente. No obstante, esto evidenció una brecha digital dentro del profesorado, ya que no todos contaban con los recursos económicos para adquirir equipo, ni con los conocimientos necesarios para llevar a cabo una planeación o trasladar el material didáctico a un contexto virtual.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 18.8% de las juventudes mexicanas aún no tiene acceso a internet.

Respondiendo al desafío

Con el objetivo de propiciar herramientas que ayuden a generar habilidades tecnológicas entre el profesorado, Acosta Servín elaboró el proyecto “Desarrollo de competencias digitales para innovar la práctica docente”, el cual fue merecedor de una mención honorífica por parte de la máxima casa de estudios de Hidalgo. Esta investigación tuvo el objetivo de elaborar un plan de mejora continua en torno a las nuevas tecnologías en el contexto educativo.

El principal reto fue analizar la formación previa que reciben las y los docentes. Salvador Acosta señaló que una de las problemáticas de los cursos formativos es su enfoque generalizado, lo que impide que los docentes cuenten con herramientas específicas aplicables a las diversas áreas del conocimiento. Ante esta problemática, el egresado Garza propuso como solución la implementación de encuestas de nivelación.

“Fue difícil motivar la participación docente, pero muchos de ellos contaban con más conocimiento de lo que creían. El problema era que no sabían integrar las nuevas tecnologías. Con este proyecto les dimos la posibilidad de usar y aprovechar al máximo las herramientas digitales adaptándolas a su plan de estudios”, mencionó Acosta Servín.

Factor humano

Otro punto a destacar es el temor presente en algunos sectores sociales respecto a que las herramientas tecnológicas eventualmente reemplacen a las personas. Sin embargo, Salvador Acosta señaló que el factor humano es indispensable en los procesos educativos, y destacó que dichas soluciones digitales son producto del conocimiento de hombres y mujeres.

“El valor de las herramientas tecnológicas está en cómo se diseñan, aplican o adaptan a las necesidades actuales. Aun si son las más sofisticadas no pueden replicar el razonamiento o juicio humano, el propósito de su uso es fomentar una planeación innovadora que permita darle una nueva visión a las y los estudiantes”, agregó.

Asimismo, indicó que es importante generar conciencia respecto a las nuevas tecnologías y su papel en el sector educativo. En ese sentido, comentó que los gobiernos locales, al igual que los planteles académicos, deben invertir en sus comunidades para incidir positivamente en la calidad del personal docente, los planes educativos y el alumnado.

“El propósito de las herramientas tecnológicas es fomentar una planeación innovadora que permita darle una nueva visión a las y los estudiantes”, afirmó.

Un futuro renovador

Salvador Acosta puntualizó que más allá de un proceso educativo reforzado con las nuevas tecnologías, lo más importante es el papel docente. Ante ello, afirmó que es esencial que exista una verdadera vocación por la enseñanza, para que la o el docente pueda reflexionar sobre su quehacer diario, identificar áreas de oportunidad y mantener una apertura al cambio y a la implementación de nuevos recursos pedagógicos que propicien espacios de clase innovadores y efectivos.

“Depende de nosotros revolucionar el aprendizaje, brindar seguridad a nuestros estudiantes a través de programas académicos bien estructurados, sin importar el área del conocimiento. Hacerlo junto con las nuevas tecnologías es un reto importante, pero creo que, con estas mejoras, podremos construir una educación más efectiva”, concluyó.