Gaceta UAEH

Prevención de la caries dental desde el enfoque contemporáneo


Por Ana Josefina Monjarás Ávila, profesora investigadora de la UAEH
Fotografía: Freepik


 Prevención de la caries dental desde el enfoque contemporáneo

El actual enfoque preventivo del manejo de la caries dental está íntimamente relacionado con las causas de las enfermedades bucales en general y de la caries en particular. Derivado de esto, la atención bucodental se estructura principalmente en tres tipos de prevención: primaria, que se encarga de prevenir nuevos casos de enfermedad; la secundaria, trata de evitar que la enfermedad se establezca y progrese en el individuo; y, finalmente, la terciaria, se centra en prevenir la recurrencia de la enfermedad, así como en dar solución al fracaso de la atención preventiva y restaurativa de las fases iniciales.

Por este motivo la atención se centra en cuatro aspectos:

  • Diagnóstico integral de la enfermedad, donde se toma en cuenta la evaluación del riesgo de caries para identificar susceptibilidad, identificar la desmineralización temprana y las lesiones de caries cavitadas.
  • Prevención de aparición de lesiones, con el objetivo principal de remineralizar lesiones no cavitadas y el control bioquímico del proceso patológico, por parte del paciente.
  • Tratamientos quirúrgicos no invasivos y mínimamente invasivos solo cuando sea necesario.
  • Seguimiento y mantenimiento, así como evaluación de los resultados, con educación preventiva del paciente.

Desafortunadamente, los censos internacionales respecto a la implementación de la odontología de mínima invasión en la práctica dental aún son insuficientes.

A pesar de la creciente literatura e iniciativas de organismos específicos, las decisiones de las y los odontólogos muestran una amplia variación en los criterios para la toma de decisiones, existiendo algunas barreras profesionales, sociales y culturales significativas para la implementación de una filosofía de mínima invasión en la práctica general que deben superarse.



Tipos de factores que contribuyen al desarrollo de la caries dental



La prevención basada en el riesgo y manejo de la enfermedad son los dos puntos principales en los que se basa el protocolo de atención moderno de la caries. Existe una combinación de indicadores de la enfermedad, que son los factores patológicos y los factores protectores, que nos pueden ayudar a evaluar el riesgo general de caries en cada paciente y guiar tanto la planificación como el tratamiento de la atención.

Los factores principales que se identifican en pacientes de alto riesgo son: presentar más de dos nuevas lesiones en los últimos dos a tres años, debido a variables como la dieta, cuando el individuo consume frecuentes refrigerios azucarados entre comidas o presenta trastornos de la conducta alimentaria como anorexia o bulimia. Otra variable es la falta de medidas de cuidado bucal como el uso de pasta dental sin flúor, que no se realice cepillado y/o enjuague diario, así como la exposición a comunidad fluorada.

Respecto al área de salud sistémica, el Síndrome de Sjögren, enfermedades autoinmunes, quimioterapia, radiación en cabeza y cuello son afecciones que repercuten directamente en el riesgo del paciente a presentar lesiones de caries, derivado de la baja producción de saliva, así como algunos medicamentos que la disminuyen.

Lamentablemente, el bajo nivel socioeconómico se ha asociado como riesgo a esta patología dental, ya que, en muchas ocasiones, la salud bucal no puede ser una prioridad. Además, la edad está directamente relacionada como factor de riesgo: en las adolescencias, se debe a la falta de medidas de higiene oral y el estado hormonal, mientras que, en las personas adultas mayores, se debe a los estadios degenerativos fisiológicos y de enfermedades crónicas que presentan.

Otros factores locales son los métodos de higiene bucodental personal, radicando en la frecuencia, técnica de cepillado, la calidad y cantidad del flujo salival, la presencia de placa espesa fácilmente detectable, y no menos importante, el equilibrio bacteriano, influenciado por estos factores antes mencionados y, en casos más severos, por el estado inmunológico del paciente.

Por esta razón, la atención estándar preventiva solo estará indicada en pacientes de bajo riesgo, con el fin de reducir la aparición y recurrencia de nuevas lesiones, y así disminuir el riesgo de manifestar la caries dental, previniendo las lesiones que esta genera, es decir, la pérdida de la integridad de la superficie dental.

En pacientes que no han desarrollado ninguna nueva lesión en los últimos dos a tres años, esta estrategia preventiva es equivalente a la terapia de mantenimiento convencional. Los regímenes incluyen higiene bucal diaria, asesoramiento y motivación dietética específica para cada paciente, en donde el o la dentista debe brindar orientación, atención activa, sobre todo en pacientes que son moderada y altamente susceptibles, que presenten o no lesiones cavitadas. Esto incluye el plan de atención básico mencionado anteriormente, más el manejo de los factores etiológicos, es decir, las causas que desarrollan la enfermedad, a través de procedimientos adicionales ejecutados por el equipo dental para garantizar el éxito del tratamiento.



Seguimiento



ELos principales objetivos de la consulta de seguimiento son evaluar los resultados de los protocolos de manejo de la caries, prevenir el desarrollo de enfermedades bucales adicionales y detectar, además de manejar, los signos de cualquier nueva enfermedad en la etapa más temprana.

Tristemente, no hay suficiente evidencia para apoyar o refutar la práctica de alentar a los pacientes a asistir a las consultas de revisión dental en el intervalo tradicional de seis meses. Por lo que se recomienda que la frecuencia de revisión debe personalizarse de acuerdo con la necesidad y la demanda de cada paciente, y que los pacientes deben ser informados de que su intervalo de revisión recomendado puede variar con el tiempo.

Como conclusión podemos destacar que:

  1. El proceso carioso patológico es lento y está influenciado por el efecto del flúor, así que vivir en un área donde los niveles de flúor son altos tiene un efecto retardante en la progresión de la lesión del esmalte y de la dentina, que va de tres a cuatro años en individuos de zonas fluoradas y dos años y medio en áreas no fluoradas.
  2. La edad puede ser un factor predisponente respecto a la prevalencia de caries, tanto la incidencia de nuevas lesiones como la de progresión de la lesión son menores durante la edad adulta joven que durante la adolescencia.
  3. La intervención quirúrgica, que son la perforación y empastado de las piezas dentales, no cura la caries. Este procedimiento, solo está indicado en casos que ya presentan lesiones cavitadas o lesiones activas que causan dolor y en lesiones que resultan en problemas estéticos y/o funcionales. Por lo que, en la actualidad, se recomiendan técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas centradas en la biología para maximizar la preservación de los dientes.

Finalmente, podemos mencionar que la odontología de mínima invasión no depende del material, sino de la biología que se aplica a todos los grupos de pacientes, con adaptación adecuada cuando sea apropiado. Por ello, es de gran importancia hacer hincapié en la responsabilidad de las y los pacientes de mantener una adecuada salud bucal personal.